viernes, 17 de abril de 2009

Un puñado de agua

No paraba de emocionarme en silencio. No podía parar de mirar, solo pequeños detalles distraian mi vista. Que lejanas se veían aquellas nubes. Era muy agradable el sonido de las gotas al caer contra el suelo, los arboles, los autos y las casas en general. Se podria apreciar una completa quietud. Ni un alma parecía ver lo que yo ahí lograba observar. En ese momento, vi toda una recopilación muy grande de mis recuerdos. Cosas que había hecho y cosas que debería empezar a hacer. Eran muchas cosas. Muchos asuntos pendientes. Muchos arreglos y diversas remendadas. Tantos lugares por donde caminar. La lluvia que mojaba la calle. 
Otro día. Vi la ruta hacia lugares que no conozco. He pasado por esos caminos, pero eran nuevos en ese momento. Me conducían a con  mi abuela. A ver a mis tíos de lejos. A ver a los amigos que aun no conozco. A ver fantasmas y alegrías que imagino. Cosas que sueño y no realizo. Sueños que se han cumplido y sueños que no se han realizado. Un camino que me lleva lejos, a lugares conocidos donde veo cosas nuevas.

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