domingo, 13 de diciembre de 2009

Mutismo

    ¿Qué ha hecho la vida con el hombre? Cansado, que en su paso destructivo por el camino desolado, deja de ver más allá de sí mismo. Era la época en que los corazones se ponían frios, debido principalmente a la falta de un hogar, un cariño en el que se pudiera ver el horizonte a tres pasos, cruzar el mar con los ojos vendados, detener el tiempo sin haber conocido nunca la hora.
    Fué en ése momento cuando el anciano encorvado bajaba por la escalera de madera desvencijada, convencido de que la vida no tenía sentido alguno. -¿Quién de tus vástagos fué el que pasó corriendo por encima de mi, despertándome de mi sueño?- comentó la escalera al hombre. -Ha sido el más pequeño de ellos- respondió el viejo. - Deberías de calmarle, pues si vuelve a despertarme juro que le privaré de su vida- advirtió la escalinata. -Tu descuida, pues la siguiente vez será otra cosa- dijo por último el hombre.
    Todo el mes siguiente, el anciano habló poco a poco con el niño. Con sus sabias palabras, el pequeño fué haciendose cada vez más listo y, de cierta manera, más maduro. Para la siguiente temporada, el niño, de hecho, parecía ya todo un hombre; todo rastro de puerilidad en él había desaparecido por completo. De hecho, de tanto que aprendió del anciano, incluso comenzó a ir a la universidad. Fué un hombre exitoso y formó poco después una familia. Pasaron los años y el anciano murió, una triste noche de estío. El hombre, las noches siguientes iba a llorar la muerte de su abuelo en aquella escalera de antaño. Fué sino hasta el sexto día de lamentos que la escalera despertó, hablandole al hombre. -¿Cuál es la causa de tu llanto que me ha despertado, hombre descuidado?- dijo la escalera. -He venido hasta aqui a llorar en memoria de mi pérdida, del la persona que me enseñó a vivir, a ser quien soy- contestó el varón. -¿Así que el viejo ha muerto? La longevidad es un don que no todo el mundo recibe. Por desgracia, amenacé con quitarle la vida a aquel chiquillo que una vez hubo de perturbar mi sueño, y sé que tu eres aquel niño.
    La habitación se llenó de frio, el hombre se levantó y trató de correr, pero solo alcanzó a bajar un pié del escalón para cuando cayó al suelo. Lo último que sintió, fué una pequeña astilla penetrando su corazón, tan delgada y ligera que apenas e hizo una marca en su piel.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Deidad

    Hoy Nuevamente es de noche, como ayer, y como seguramente será mañana. Hoy nada tiene significado. Hoy es el último día que me queda de ser humano. Mi lapso en la Tierra terminó.
    Que relajada es la noche, de extraños pasos en la acera, y de un laxo comportamiento. Caminaba lentamente, con mi mente distraída, tratando de pensar en todo, en lo que fuese. Recordaba aquel sueño: una vez más logré ir por los cielos, sin control alguno, libre. Quizá es la libertad a la que aspiro, y no necesariamente al amor. Pero que clase de frio mundo lúgubre sería el mío si no existiera rastro divino que lo alumbre. La llama eterna del deseo, la lujuria, las pasiones no carnales, y así la mirada lasciva; y poco a poco verme perder mi falsa lozanía.
    Que triste pensamiento recorre la mente desviada del ser devastado. En medio del bosque aún ve esperanza en sentimientos egoístas. Que desesperación tan inmensa que le llena de ansia el cuerpo, con impresionante anhelo de sangre. -"Quiero matar esta noche, y hacerme uno con la estrella de la mañana, la más brillante entre los astros celestes." -"Se uno conmigo y vive dentro de mi, que yo te llenaré cada rincón del cuerpo con mi eterno poder"-, fueron sus palabras en la alucinante cabeza del ser. -"Quiero unirme, quiero dejar mi cuerpo. Quiero pertenecerte."
    Por mera paligenesia volvía a ver el pájaro cantar en la mañana, la luz del sol inundando el bosque, que esta vez no era tenebroso, era un buen lugar. Comía una manzana de un árbol frente a él. La sensación, era una satisfacción pura, un gozo inefable en su boca. Atisbo de la verdad.
    "¡Sufrirás! ¡Tu! ¡Lacayo del averno, servidumbre del Oscuro! Estas desde ahora maldito por órden directa del amo y creador del universo entero, quien por su palabra crea la vida y por su palabra crea los cuerpos. ¡Osaste desafiar la palabra de aquel que te concedió la oportunidad de redimirte, de salir adelante, de ser Feliz! No tienes desde ahora derecho de pensar en un futuro claro, pues no quedará criatura viva que pueda en tí confiar. ¡Tu, sórdido ser, permanecerás desde ahora y para siempre untuoso a tu hoy Amo y Señor, para que él sea quien te lleve día con día a la perdición!". Esas fueron las últimas palabras del ángel. Permaneció inmóvil por muchos meses, sin mencionar palabra; esperando a que se le diera la órden de salir.    
    Mil quinientos años más tarde, se le llamó. Por fin salió de las sombras.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Desilusiones

     Camina la noche tranquila. El murmullo y la deshonra del último día de los hombres en el mundo. ¿Por que será mi inquietud por ver muerto a aquel que nada me ha hecho? El sonido claro del viento en el aire parecía mover mis pensamientos al momento justo donde sucedería.
    ¿Quién seré yo para cuestionar al destino de sus actos, o moverme a voluntad por el universo? Solo eso hago, constantemente, cuestiono sus métodos y critico sus acciones. ¿A dónde fué mi ansiedad y mi desesperación, que antes engolosinaba mis palabras y llenaba de ímpetu mis letras? ¿A dónde fué mi soledad, mi eterna compañera y amiga, que me inspiraba en los momentos de profunda agonía y dolor? Fué mi propia actitud la que alejó aquellas tristes facetas de mi vida, dejandolas en el camino que mis pies no volverán a cruzar.
    ¿Será el cosmos tan vasto, o el deseo tan poco como para no encontrar de nuevo la perdición? Es irónico el pensar que tenía mi propia aceptación cuando no necesitaba de nadie ni de nada, estando rodeado de conocidos y amigos, pues no necesitando del amor pleno podía disfrutar de aquello que aprendí a amar...
    Llevo un pequeño libro negro, vacío; donde pensaba poner cientos de cosas, llenarlo de pensamientos y refleciones que haga. Veo un poco atrás y siento que me he degradado. ¿Quién soy yo en este instante, y quién seré al siguiente?
 
    ¿A dónde se fué mi pasión?

lunes, 2 de noviembre de 2009

Ni que soñar

La noche. Justo ayer. Justo en la hora en que caminé por las calles vacías, dudé. Arruinada mi soledad sólo por el ruidoso pasar de los automóviles. Paso por en medio de grandes y vastos caminos de oscuridad, donde mi alma, absurda, parecía tener otro sentido aparte de la nada. Si, los vientos cambian y así las personas. Así yo. Dudé de mi, pero no de ti.

Por unos breves momentos me sentí completamente bien al pensarle. Digo breves por la incertidumbre de su persona, y la preocupación en su corazón. Aún recuerdo los suaves dedos acariciando mis manos, y la dulce sensación de verla a los ojos. Mi dama silenciosa y eterna compañera se quedaba atrás. Era ahora un vano pasatiempo el sentirme en completa desolación, abandonado por mi propia familia. Mi mente se ocupaba ahora en otras cosas...

Me da el reloj las tantas horas de la noche. No importa realmente. Pienso aún en su dulce boca sonrosada, tocando suavemente mi rostro opaco por la luz tenue de las lámparas. En la oscuridad logro notar como velas agotadas intencionalmente sus ojos entrecerrados, que me rodean de una inefable indiferencia, intrínsecamente relacionada con ella.

Anhelo con vehemencia el instante en que la siento. Su sutil esencia, que es la fuente de la que me brotan infinidad de hermosos recuerdos que culminan con su imágen.

Ni que soñar así. No podría soñar algo mejor. No puedo.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Viva México

¡Qué glorioso es el día de la patria, de la soberanía, de la independencia!














Que amargo sabor me llega a la boca, al pronunciar las palabras ¡Viva México! sin emoción, sin nisiquiera sentirlas de verdad. Quizá soy aún ignorante del sentido real de la motivación, de la fiesta, de la alegría de vivir los días de celebración nacional; de elevar en lo alto mis símbolos pátrios, ésos que le dicen al mundo quienes somos, cómo nos formamos y de dónde venimos. No lo comprendo. Es todo aquello una máscara ante las sociedades, ante los pueblos que tienen la idea errónea del mexicano, o tal vez la correcta.
Pueden no estar completamente equivocados al darnos el rol del indio borracho tirado al pie de un nopal, dormitando con su sarape y su sombrero, y la botella semi vacia de tequila con la que gusta ahogar las penas. No, ya no somos eso. Al menos no la gran mayoria del país. No, hoy el neoliberalismo y la globalización han hecho de nuestro entorno, cuna de los grandes avances científicos, tecnológicos y sociales que en otras naciones se han implementado. La cultura hoy es una cosa que debe pulirse para despues guardarse en una cajita, al fondo del ropero. Hoy por hoy, no hay duda de que vamos por el buen camino. Donde antes había pobreza, analfabetismo, necesidad, ahora hay caminos nuevos, carreteras, edificios gubernamentales, secretarías improductivas, tiendas extranjeras y maquiladoras de las grandes potencias mundiales que hacen de nuestra nación lugar del empleo y de la solidaridad.
En nuestra sociedad, el machismo ha sido completamente erradicado. En la actualidad, las mujeres gozan de una igualdad ciudadana junto con los varones, quienes, a su vez, han sido participes cada vez más de la vida familiar, tanto en el cuidado y atención de los hijos, como en la ayuda en las labores domésticas. Es así como el rol de la mujer cada vez más se vuelve equitativo en comparación al del hombre.
La vida política de nuestro Estado independiente es de las más efectivas del mundo. Estamos a sólo un paso de alcanzar a las potencias de la Unión Europea y Estados Unidos en cuanto al manejo de nuestra nación. Nuestros políticos, son gente honesta, cabal, dadivosos, siempre dispuestos a ver por la gente a la que representan. La democrácia en nuestro país es un ejercicio ciudadano, del cual ellos participan con todo el esfuerzo para hacer de la elección una respuesta a sus necesidades más primordiales.
Por último, solo queda mencionar que en éste día tan grandioso, todos nosotros, nos sentimos orgullosos de ser pertenecientes a la Patria Gloriosa, de nuestros Estados Unidos Mexicanos que jamás estuvieron separados, de nuestra supuesta Democrácia como ejercicio legal de la confabulación política, de nuestra sociedad Prejuiciosa y Machista, del Narcotráfico y las Benditas Drogas que sostienen la Economía, de la Cerveza, el Tequila y el Mezcal (por mencionar algunos) que son más importantes que el Alimento en los hogares mexicanos; de los Embarazos en adolescentes y de la Vida Sexual Activa a partir de los catorce años, de las Familias Disfuncionales y los Divorcios, así como la Violencia Familiar y el Abuso Sexual. Por eso todos decimos en este sublime 16 de septiembre: ¡Que Viva México!

viernes, 11 de septiembre de 2009

Mi frívola sangre carmesí

En el día séptimo de la semana me desperté. Pasmado, indiferente. Solo.

Un bello, bello día. Aunque abrumado por el vehemente fervor de Helios, fue una fecha en definitiva memorable, ¿Quién podría olvidar lo sublime del rostro de la bella mujer del sueño? Aquel súcubo que por una noche me quitó el alma de por vida.

Con cada día que pasa mi exigencia es mayor; con un pretencioso pensamiento que me da la idea de que debo lograr más de lo que eh logrado, avanzar cada vez más lejos, llegar hasta donde pueda llegar y aun más.

Veo mi pasado y río. Viviseccionando cada uno de mis pensamientos, cada una de mis emociones, cada una de mis decisiones, cada uno de mis pasos futuros, no llegando así a una conclusión racional. Errando por la vida, sin destino, ni meta.

Ni rastro del más intrínseco de mis pensamientos. Aun no estoy listo para comenzar a indagar, pero debo saber, debo aumentar este mezquino conocimiento.

¿Qué mas puedo decir? Camino abúlico y sórdido por un camino de perdición, rumbo a mi muerte.

sábado, 22 de agosto de 2009

Volviendo a caer

Hoy, en el peor día de la semana, vemos imágenes en la cabeza. Las palabras cada vez mas retorcidas y complicadas me hacen doler la cabeza en tratar de descifrarlas: las mías. No puedo dejar de moverme, de tener esa sensación de intranquilidad constante, de continua batalla. Pasa el tiempo y el humo me llena los pulmones. Me embriaga el licor que entra por mi boca, el veneno que inyecto por mis venas. Me ayuda a seguir adelante la sensacion, hermoso vicio. Me alegra en tristeza, me alienta en timidez, me da valor en la cobardia. Me da la certeza de que soy el único que puede existir.
No hablo de cosas físicas. No hablo de lo tangible, lo que todo el mundo ve y siente. No hablo de lo obvio, lo que aparentemente es. No hablo de ser lo que no soy. Hablo de ser quien en realidad soy. Es tan cruel el mundo. Es malo el lugar, tan frio el suelo. Es tan apatica la gente, tan insensible. Tan demoniaca, tan poseida. Tan anónima.

¿Qué haces en un momento así?

Ya pasará, ya pasará.


Cogito ergo sum

domingo, 16 de agosto de 2009

El hoy, el mañana y el todos los días

Hoy veo la manta. La enorme frazada que nos cobija. El dolor del pasado ya no me persigue. Ya no sufro de ver tu rostro con tu sonrisa tan hipócrita; el que me digas que te has andado chuleando, pasando de boca en boca y de cada uno de los labios que escupieron tu nombre. Ya no temo de verte a los ojos. Ya no espero tu respuesta, que se de antemano que no llegará. Ya no espero que se abra una puerta mística que te traiga de vuelta. Por lo pronto se que ya no volverás.

Hoy veo en el cielo las pisadas de mil niños. Con suerte, hoy no será un mal día. El camino más cercano (el de la derecha) me lleva directo hasta donde descanzas; ese lugar escondido donde tu espíritu alegra las mañanas, donde el atardecer se ve más lindo que de costumbre, y el fuego de tus palabras me calienta las manos.

El otro camino es más largo. Me deja muy lejos de lo que amo. Me aleja de mis amigos. Me impide la vista y me da horribles dolores en el cuerpo. Es un camino más iluminado que el más cercano, que es frío y tenebroso. Es raro como al finalizar el día prefiero tener que cruzar ambos, no tener que decidirme a escoger; saber que puedo errar, pero no saber si será la última vez que lo haga.

Es la brisa del alba la que me alienta a seguir. El olor a conocido me tranquiliza, me da seguridad. El saber que eh andado por ahí con anterioridad me ayuda a caminar con paso firme. Siguiendo el ejemplo, procuro no dejar de andar, no dejarme vencer, sabiendo que día a día el viento se renueva, y que el sol de mañana no arruinará mi sol de hoy.

Hoy, quiero seguir un ejemplo.

domingo, 2 de agosto de 2009

El que y el quien

Es felicidad, es amor, es ilusión, es vida, es sueño, es alegria, es gozo, es bueno, es grandioso, es esplendido, es óptimo, es gustoso, es placentero, es bello, es gracioso, es angelical, es sublime, es noble, es agradable, es delicado, es delicioso, es macanudo, es clemente, es compasivo, es justo, es ingenuo, es exquisito, es fino, es sencillo, es afable, es sensato, es recatado, es honorable, es apacible, es indulgente.

La horrible sensación del observador intranquilo. El silencio aterrador y la magnífica vista del cielo, en una noche nublada y húmeda. La infeliz expresion en su rostro y la angustia de su pecho. Las palabras sabor a muerte que aún no salen de su boca, y las lágrimas contenidas en el caudal de su alma. Las manos débiles del inquieto.

sábado, 1 de agosto de 2009

La segunda tierra

El último día del año, pensé muy seriamente en salir. Salir a dar un paseo, una caminata nocturna. Mis brazos rozaban levemente mis costados. Mis piernas se avalanzaban una frente a la otra. Mis párpados comenzaban a parpadear rápidamente. Mis hombros caían. Mis pasos se volvían errados. Mi boca se abría, dándole paso a un gran bostezo. Cerré los ojos por un leve instante. Caí, y para cuando me di cuenta, estaba completamente acostado en el suelo.

Una luz. Al principio deslumbrante, cegadora. Luego, al acostumbrarse mis ojos al intenso brillo, noté que el resplandor venía de una puerta. Caminé hacia ella, como hipnotizado, más aún consciente de mi. La puerta daba a una pradera muy grande, de pastos verdes y árboles frondosos en el fondo, muro del bosque. Había también un enorme cielo azul, y un sol de las diez de la mañana. Era realmente un paisaje bello. Salí por la puerta y di algunos pasos.

Me senté más adelante y contemplé durante un rato. No había ruido, ni animales, ni insectos a mi alrededor, ni movimientos de las plantas por el viento. Nada.

Comenzó a llover.

viernes, 31 de julio de 2009

El que hoy no lloviera le rompió su corazón de lata. Su mirada de perro moribundo reflejaba su tristeza; aunqe el queria a los demas árboles, probablemente estas canciones le recordaban otra cosa. Quizás un árbol de un país distante, una bella canción de cuna o un tierno beso... Un beso de enamorado que se guia por el olor a miel.


Horas más tarde, estaría pensando de nuevo en aquella lluvia tan esperada que no llegó esa tarde. Más le valia q no llegara y trajera con sigo cada gota algun recuerdo aunados con el dolor.

Pero debía enfocarse, no podía pensar en el mañana, ni en dos horas, ni en dos segundos más tarde, todo se centraba en el hoy. Pero, ¿qué tenia de interesante el hoy? Solo los lugares ahora vacios y pensamientos vagos; solo un montón de decepciones, de esperanzas inútiles y recuerdos hirientes. Pero que más daba, ahora el sitio del movimiento era ese instante. Debía actuar rápido, hacer lo que debía, ir a donde tenía que, correr si era necesario...

Y encontrarla...

Y tomarla entre sus brazos...

Pero ya no podia, por más vividos que sus recuerdos fueran, en cada sitio que estuvieron, cada palabra que se dijeron, o no lo hiceron, habian empezado a nunca existir...

¿Su muerte tal vez?


¿o un olvido?


(no importa son casi igual)



Y fué así, como las memorias vivas de un hombre inexistente, le hacían estremecer cada vez que su recuerdo volvía, viendo en su imaginación sus cabellos moviendose al ritmo de una bella melodía, opacada solamente por su voz, dulce y armoniosa como mil coros de angeles del paraiso.
Y entonces la lluvia porfin llegó, dejándolo caer en la realidad otra vez.

-Lluvia de mis demonios, que me condenas al no aparecer, y me acaricias el rostro con tu llegada- decia. Pero más por el no podia hacer... pues bajo sus locuras el no la podia entender.

viernes, 19 de junio de 2009

Reflexiones de un día de lluvia

Hoy. Llueve. Hoy llueve.
Hoy la parte más pequeña de la más pequeña unidad se regocijaba. Antagonista de su propia historia, la alegría del día soleado refunfuñaba y desaparecía ante la inmensa y mágica alegría sin igual del gris y la luz.
Dócil compañera. Mientras caminaba, me hablaba al oído. En ocasiones me susurraba. No era como el desagradable ruido de los automóviles y las máquinas de los hombres del tiempo acortado y el estrés; no, la eufonía en sus palabras me trasladaba a lugares hermosos. El río, el cañon, el barranco el precipicio, la tierra, el cielo y la nube. La nube inmensa y densa.
Lluvia mia. Sin duda eres emisario del estío. Llegaste y durante un rato estuviste a mi lado.
Observo las nubes. Observo la masa y la roca plateada encima de mi. Recordé la tarde debajo del mar, donde buques y naves marinas zarpaban dirigiendose a altamar. Yo me quedé ahí, y vi desde lejos la marcha. cada vez más lejos hasta que tuve que marcharme. Me marcho en el momento menos indicado. Me he convertido yo mismo en hombre de tiempo acortado. Intentando el disfrute de cada segundo que gasto de camino.
Camino, camino y camino. Camino y llueve. Volteo hacia arriba y llueve. Corro, corro y corro. Hoy no fue un día más debajo del cielo, hoy fue la gloria y la alegría, el canto y la dicha. Hoy que cambió al hórrido día de sol y regularidad.

miércoles, 17 de junio de 2009

El día de los días

¿Hasta donde llegué esta tarde? Eh llegado más lejos de lo que eh esperado. Un centímetro o décima de este. Una milésima de milímetro más alejado de donde quise. Un destello. Un relámpago instantáneo.
Hasta donde ha llegado el loco si en su locura ha terminado de ir a todo aquel lugar al que quiso visitar. En su camino se ha topado conmigo y con los mios, y nos ha dejado. Volteó su mirada al cielo y se fue tan rápido como vino. ¿Pudo el loco saber lo que en mi mente pasaba? ¿Pudo el loco leer mis pensamientos?
Y luego vino el alquimista. Pasó a mi lado y me dió una mirada, como inspeccionandome, como buscando algo. Aparentemente no lo encontró y se fue.
Pasó entonces Jesucristo, y nadie dijo nada. Jesucristo se fue en ese preciso instante, como cortando el silencio.
Detrás de aquella figura, venía corriendo una mujer. Parecía desesperada.No le tomamos mucha importancia enrealidad.
Desde la otra esquina se escucharon pasos. Para mi sorpresa era un gran desfile.Una gran banda, tocando musica muy alegre. Con sus tambores, clarines y trompetas sonando de forma muy singular. Enseguida de ellos venían cinco mil quinientos un payasos, todos ellos maquillados de formas diferentes, unas muy divertidas y muy graciosas, otras tristes y otras que daban pena (efecto que me imagino que los payasos querían dar). El último payaso era nada menos que un niño pequeño. Él apenas y parecía un payaso, solo había pintado el contorno de la boca de rojo. Vino hacia mi y me abrazó fuertemente. Su cabeza apenas llegaba a mi estómago, fue una sensación muy tierna. Me soltó, entonces me di cuenta de que era una niña. Me agaché y la rodee con mis brazos. Al intentar abrazarla, se desaparecíó en una estela de humo. Sin expresión, me paré y continué viendo el desfile. Ya había terminado.
A mi lado tampoco había gente. Ni mis amigos, ni mi familia, ni mis maestros, ni mis compañeros, ni conocidos, ni extraños, ni nadie. Ni la señora de la esquina, ni la gente de la plaza, ni las personas en sus autos, ni el aplauso, ni el silencio, ni el sonido, ni la musica, ni el color, ni las sombras ni las luces. Nada.
Negro. Mis ojos no vieron nada. Dejé de sentir mis manos. Deje de sentir mis pies. Deje de sentir a Dios. Deje de sentirme a mi. Deje de pensar, deje de reír, deje de olvidar, deje de recordar, deje de sentir, deje de digerir, dejo de doler, deje para siempre las cosas en el abismo. Deje todo.
He de vivir para encontrarme...

viernes, 5 de junio de 2009

Pensamientos de un día de la primavera tardía

Voltee hacia arriba. Vi el cielo. Era tan grande y amplio. Pensar que no hay color, si no un vacío tan lleno de micropartículas y moléculas del aire y los gases de la atmósfera.
Era interesante aún así pensar en un color. Azul era tan emocionante. Un rojo hubiera sido mas llamativo, pero no hubiera producido el mismo efecto. Ése lo reservaron exclusivamente para las puestas de sol y el alba. Pensar en un verde hubiera sido interesante, pero confundiríamos el cielo y los inmensos bosques que rodearon la tierra ahora muerta.
Pensaba como mi piel y la de otros se parecía, pero era interesante encontrar tu misma complexión y masa muscular en un distinto género. Una mueca de seriedad y una actitud distante. Es raro cuando decimos cosas y no recordamos con exactitud que dijimos, pero la idea principal del comentario no se nos olvida. Quizá las palabras son solo palabras y solo vienen y se van.
Es curioso cuando llueve y caen las gotas. Curioso cuando nos desesperamos, alarmandonos por solo agua. Cuando oimos el trueno soltando un grito de espanto. Es curioso cuando ves los ojos de la indiferencia, acto seguido de las palabras dudosas de la falsa confianza, y la esperanza de un día mas, como queriendo deshacerse de la conversación.
Llueve afuera. Llueve como la primera vez que llovió. Llueve como el día en que se callaron los llantos de los niños. Llueve como el día en que dieron a luz al primer hombre. Llueve como cuando el hermano mató  a su sangre. Llueve como lloverá el día del juicio.
Caen gota a gota desde el cielo; caen desde el cielo azul, que pudo ser rojo, pero al querer ser verde decidió quedarse azul.
Llueve como si importara.

lunes, 27 de abril de 2009

Fechas...

Sentado, intento recordar. Recargo mi cabeza en el respaldo del asiento e intento recordar. Días importantes, Horas en que pasó algo relevante (aunque claro está que no recordaba la hora o el instante exacto en que sucedieron; eran mas bien como aproximados), cumpleaños, días festivos, festejos, misas, días santos, aniversarios; en fin, intentaba recordar cualquier cosa que pudiera venirseme a la mente.
Recordé lugares que había visitado y las cosas que había hecho. Diversos viajes, carreteras, montes, llanos, caminos. Mis ojos se sorprendieron las primeras veces que viajé así. Al llegar al destino, e incluso justo antes de llegar, sientí la emoción de ver un lugar nuevo, o un lugar ya visitado, pero intentar ver las diferencias y lo que no cambió. Una especie de reto donde te muestran dos imágenes: un recuerdo que tienes en tu memoria, y la realidad del segundo, en el que deleitas tu mirada al ver grandes edificios, gente nueva, desconocida; elegantes autos, arboles de innumerables formas y tamaños. Las señalé con mi mirada, silencioso siempre,  como intentando recordar algo que probablemente no vería dos veces. Llegué.
Es extraño como es más divertido el camino que el lugar a donde vas. Algo que quizá no se dice abiertamente en una conversación, pero sí lo tenemos presentes como personas. Como la espera no representa mas que una espera, una transición.
Recordé ahí, recargado aún sobre el respaldo de la silla, a mi familia. Gente de rasgos semejantes a los mios, que estamos emparentados por lazos morales y sanguineos. Mamá, papá, mi hermana, tíos, abuelos, primos y bisabuelos. Es linda la familia a la que pertenezco.
Vino a mi memoria entonces otra hermosa y amarga palabra: Amor. Durante mi vida hasta ahora, no podía saber si había amado alguna vez. Si entendemos por amar el entregarse día y noche, en sufrimiento y llanto, a las indulgencias de la pasión y el sentimiento que a su vez es mutuo y recíproco, entonces quizás nunca he amado. Es en cierta forma curioso. Como aquel animal que necesita sentirse dentro del calor de un hogar, el animal mimado necesita de su amo que le de comida y lo acaricie. Y así, el animal no sufre dolor ni tristeza. El animal esta bien. El cachorro que necesita calor para acostumbrarse a vivir sin su madre. La mano que acaricia tu mejilla y acaba en tu cuello. La necesidad que sientes de ser amado. El mundo de cabeza, las malas decisiones y el sentido de mi vida.
Ví de nuevo a mis amigos. Tantos de ellos, y algunos, sólo algunos con su nombre completo en mi mente. Algunos solo su nombre de pila, su apodo. Otros tantos, sólo su rostro. Amigos mios que me acompañaron a lo largo de mi vida, y aún ahora me siguen acompañando; gracias por todo, amigos, como les agradezco. Vivir no sería lo mismo sin toda la gente que he llegado a conocer. Terribles recuerdos, malas influencias, grandes momentos, tristezas y alegrías.
Cuantas cosas recordé ese día. Mi vida desglocé en tan solo unos minutos. Recordé todo lo que pude haber hecho y la gente que conocí. Los lugares que visité y las personas con que me involucré. Lamento tantas y tantas cosas. Vivo a veces lamentándome de tanto.
No pretendí esa tarde morir, ni escribir un gran libro, mucho menos relatar las memorias de mi vida. Recordé lo que he pasado y mi vida en general. En realidad, no pretendí mas que recordarme a mi mismo que he llegado hasta un punto, y que debo seguir adelante. Adelante hasta que decida parar y las circunstancias no me dejen volver a intentarlo.

sábado, 25 de abril de 2009

Todo va a estar bien...


Un pequeño momento cualquiera. Un silencio. Música y baile. Unos pasos más y me acerco a ella. Suplico que me vea, que voltee su mirada a mi. No lo hizo, como esperaba. Será lo que tenga que ser. Promesas que nunca se cumplen, pero es bonito decirlas en el momento. 
Una hora en el reloj. Una enfermedad. Huesos Rotos. Medicinas. Doctores. Un complejo médico.
Otra hora. Un autobus. Asientos. Dinero. Suciedad. Espera. Un viaje largo.
Una sonrisa. Un abrazo. Un te quiero. Una felicitación. Que rápido pasa el tiempo y ya eres todo un adulto.
Una rosa. Un jardín. Carreras. Juegos. Caramelos. Un sueño muy confuso, que al final de la noche habré olvidado.
Cartas. Tinta. Cuerdas de Guitarra. Computadora. Vista cansada. Espalda fatigada. Bendito Ocio.
No tengo nada que hacer. Duermo. Como. Sueño. Siento placer. Siento frio. Siento dolor. Siento estupidez. Sigo.
Camino. Oh camino, que lindo es cruzarte a cualquier lado que vaya. 
Piernas, Cómo me han ayudado todos estos años. Sigo.
Corro, no puedo retrasarme. Es todo un reto.
Sigo.
Sigo.
Sigo.

viernes, 17 de abril de 2009

Un puñado de agua

No paraba de emocionarme en silencio. No podía parar de mirar, solo pequeños detalles distraian mi vista. Que lejanas se veían aquellas nubes. Era muy agradable el sonido de las gotas al caer contra el suelo, los arboles, los autos y las casas en general. Se podria apreciar una completa quietud. Ni un alma parecía ver lo que yo ahí lograba observar. En ese momento, vi toda una recopilación muy grande de mis recuerdos. Cosas que había hecho y cosas que debería empezar a hacer. Eran muchas cosas. Muchos asuntos pendientes. Muchos arreglos y diversas remendadas. Tantos lugares por donde caminar. La lluvia que mojaba la calle. 
Otro día. Vi la ruta hacia lugares que no conozco. He pasado por esos caminos, pero eran nuevos en ese momento. Me conducían a con  mi abuela. A ver a mis tíos de lejos. A ver a los amigos que aun no conozco. A ver fantasmas y alegrías que imagino. Cosas que sueño y no realizo. Sueños que se han cumplido y sueños que no se han realizado. Un camino que me lleva lejos, a lugares conocidos donde veo cosas nuevas.